Sólo queda enjugar las lágrimas y cavar la zanja...

Sólo queda enjugar las lágrimas y cavar la zanja,

afilar el cuchillo

y tomar café por la mañana en la cocina solitaria que tenga sabor a luna.

Saborcito dulce amargo de la luna,

el sabor de la tierra que me consuela,

sabor de los labios que no están.

Aunque sea sólo mientras el humo perdure,

humo blanco del café negro,

humo negro del cigarro blanco

y su inconfundible sabor a vacío,

sabor que me hace olvidar la caricia del sol engañador.

Mientras la luna es mi amiga el sol es un traidor

y las sombras sabias consejeras del día anterior

seamos realistas al final las sombras son frías

y la noche también

y la luna tiene que serlo pues esta unida a las sombras.

Son fríos los ojos esquivos

las palabras hechizas de aire,

las promesas incumplibles

y el suelo bajo tus pies.

Ze-Ítaca.

0 comentarios: